Lo veo y lo quiero: cómo lo que vemos influye en lo que comemos

Lo veo y lo quiero: cómo lo que vemos influye en lo que comemos

Desde la infancia hasta la adultez, los mensajes y las imágenes que vemos influyen en cómo, qué y por qué comemos. Saber esto, nos permite hacer elecciones más conscientes y saludables. ¡Descubrí más en este artículo!

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Desde carteles coloridos hasta jingles pegadizos y personajes animados que nos invitan a probar algo “rico”, la información sobre diferentes alimentos está en todos lados.

Y no es casual: está pensada para captar nuestra atención y despertar interés, especialmente en los más chicos. ¿El resultado? A veces, elegimos productos más por su presentación que por su valor nutricional¹. Sin embargo, saber cómo actúa esta influencia nos da herramientas para tomar decisiones más conscientes.

Durante la infancia se desarrollan gran parte de los hábitos y preferencias que nos acompañarán toda la vida². Por eso, estos primeros años son una etapa clave. Diversos estudios muestran que los niños que ven frecuentemente publicidades de alimentos ultraprocesados suelen desarrollar preferencia por esos productos y pedirlos con mayor frecuencia. Esta preferencia temprana puede influir en los hábitos alimentarios que se mantengan en la adultez³.

Durante la adolescencia, a través de las redes sociales, los jóvenes están constantemente expuestos a contenidos que, en muchos casos, se presentan como recomendaciones o modelos de vida “idealistas”. Influencers, desafíos virales y publicaciones patrocinadas pueden crear una imagen aspiracional que, en ocasiones, promueven el consumo de productos con bajo valor nutricional, o incluso dietas poco equilibradas. Sin embargo, también es una etapa en la que crece el sentido crítico, y,  con el acompañamiento adecuado, es posible que aprendan a reflexionar con mayor profundidad sobre lo que consumen y los motivos detrás de esas elecciones⁴.

Informarse, leer etiquetas, y elegir opciones más saludables es algo que se aprende, y no sucede de forma automática. Un profesional de la salud puede enseñarnos cómo y qué evaluar en los alimentos, además de acompañarnos en el camino hacia decisiones alimentarias más saludables⁶.

Elegir mejor: el poder está en nuestras manos

En esta era de desinformación y sobreinformación relacionada a la alimentación saludable, cada vez más familias, escuelas y profesionales de la salud trabajan para fomentar una relación más consciente con la comida³. Promover el pensamiento crítico, ofrecer opciones saludables accesibles y conversar sobre lo que vemos son pasos concretos hacia una alimentación más equilibrada³.

Con información clara y herramientas adecuadas, podemos elegir mejor y acompañar a niños, niñas y adolescentes en ese proceso. Porque comer bien no solo es posible: también puede ser placentero, compartido y sostenible.

Recordá que, ante cualquier duda, podés consultar con un profesional de la salud para que te ayude a tomar decisiones alimentarias más saludables.

Referencias

AR25OB00031 – ABRIL 2025 - Material meramente informativo y educacional, con el objetivo de crear concientización. No reemplaza la opinión del profesional de la salud, ante cualquier duda consulte a su médico/a.

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